Método inductivo y método hipotético-deductivo
Explicamos las diferencias entre el método inductivo (MI) y el método hipotético deductivo (MHD) en lo que refiere a la obtención de hipótesis: cómo se llega a ellas, cómo se las “descubre”. Por eso, la discusión, y las diferencias, se refieren al llamado contexto de descubrimiento y no al contexto de justificación o evaluación.
MÉTODO INDUCTIVO
Según los partidarios del MI (método inductivo o inductivista), la “receta” para llegar a las leyes e hipótesis científicas es ésta: observar, registrar las observaciones que se repitan un buen número de veces, y luego generalizar (por inducción) aquello que se observó repetidamente, llegando así a la hipótesis H (o ley) que nos dice que aquello que hasta ahora se observó repetidamente se cumple de manera general. Como vemos, H es una simple generalización de observaciones pasadas. Según los partidarios del MI, el punto de partida de la ciencia son las observaciones, y cualquier hipótesis llega recién al final, tras generalizar inductivamente lo observado. Esto implica que las observaciones son “puras”: no presuponen ningún tipo de hipótesis o condimento teórico, sino que son la base segura a partir de la cual estas hipótesis se generan.
Críticas al MI.
Esta concepción inductiva podría dar cuenta a lo sumo de cómo se llega a formular leyes empíricas (de nivel 2), es decir, leyes que hacen referencia sólo a entidades observables. Por ejemplo, podríamos decir que del hecho de que se ha observado que el sol, la estrella Sirio y varios planetas hasta ahora han salido por el este, se “concluye” inductivamente la ley o hipótesis de que todos los astros salen siempre por el este.
El escollo más serio para esta concepción de la ciencia es que no puede explicar cómo se llega a las leyes teóricas (es decir, de nivel 3, aquellas que hacen referencia a entidades y procesos inobservables). Una teoría como la de Mendel, por ejemplo, que postula entidades inobservables como los genes, no pudo haberse obtenido por inducción o generalización de lo observado, justamente porque los genes no se observan. Los genes deben postularse o conjeturarse; la hipótesis de su existencia y de sus características no surge por generalización de nada que se haya observado, sino como propuesta creativa y novedosa para resolver un problema (el de explicar los curiosos patrones de herencia conocidos, en este caso).
Otra crítica usual al MI como receta de descubrimiento es que las observaciones no son “puras”: en cada observación hay un elemento hipotético o teórico que la guía e influye en ella. Por eso, siempre hay hipótesis, incluso a la hora de observar: la observación, que es el supuesto punto de partida para obtener hipótesis…¡ya contiene hipótesis! Toda observación contiene elementos hipotéticos de interpretación. Esto se conoce como la tesis de la “carga teórica” de la observación. Otro aspecto de esta carga teórica consiste en que, al recabar datos observacionales en una investigación, no lo hacemos al azar sino que sólo nos interesan los datos que juzgamos relevantes para la investigación. Pero decir qué datos son relevantes y qué datos no lo son ya es hacer uso de hipótesis, con lo cual la receta inductivista fracasa.
MÉTODO HIPOTÉTICO-DEDUCTIVO
Existe una aproximación más realista al tema del descubrimiento científico que se suele llamar “método hipotético deductivo” (MHD). Esta concepción de la ciencia rechaza la idea de que las leyes e hipótesis se obtienen por inducción aplicada a observaciones y comparte la idea de que las observaciones tienen “carga teórica” y por tanto no pueden ser el comienzo absoluto de la investigación científica: las hipótesis y teorías influyen en la observación tanto como las observaciones influyen al sugerir un problema que lleve a postular una hipótesis. El MHD sostiene que la obtención de leyes requiere siempre de una cuota de creatividad o imaginación; para llegar a ellas es preciso en mayor o menor medida un “salto creativo”, aporte o conjetura por parte del investigador.
En el caso de las leyes teóricas (nivel 3, con referencia a inobservables), ya vimos que esta necesidad de una conjetura imaginativa o salto creativo para llegar a ellas es bastante evidente (ejemplo de Mendel). En el caso de las leyes empíricas (nivel 2), la cuestión quizás no es tan evidente (de ahí que el MI tenga algo más de plausibilidad en este ámbito). Sin embargo, los partidarios del MHD sostienen que también para llegar a leyes empíricas (aquellas sin referencia a inobservables) se requiere de alguna clase de salto creativo o conjetura por parte del investigador. La idea acá es que no siempre se generalizan las observaciones repetidas: el investigador debe decidir cuáles regularidades extrapolar y cuáles no, basado en sus propias presunciones; en segundo lugar, puede haber varias maneras de extrapolar o “generalizar” un conjunto de datos, y el investigador debe decidir cuál le parece la más prometedora (o las más prometedoras). Su decisión acá suele estar influida por una explicación tentativa para los datos registrados.
Recordemos el ejemplo del “pato inductivista” de Bertrand Russell: el pato observa que todas las mañanas desde que tiene memoria el granjero se acerca a traerle comida. El pato infiere “inductivamente” que esto siempre seguirá siendo así en el futuro. Pero llega el día de navidad y en lugar de darle comida el granjero le corta el pescuezo. Un desencanto inductivo.
Lo interesante acá no es simplemente que la inducción puede fallar (eso ya lo sabíamos) sino que los datos observados y repetidos (el granjero trayendo comida cada mañana durante meses) pueden extrapolarse o “generalizarse” de distintas maneras de acuerdo a qué explicación presuntiva demos de esta regularidad pasada. La explicación de que se trata de un granjero benévolo hará que obtenga la “generalización” de que va a seguir trayendo comida siempre mientras pueda. La explicación (o sospecha) de que es un granjero que nos engorda porque quiere comernos en las navidades lleva a otra “generalización” diferente: el granjero da de comer hasta navidad u otro evento importante y mata a alguno, y luego el proceso se renueva (es decir, sigue dando de comer por varios meses hasta el próximo evento….etc.). Las generalizaciones, entonces, no son generalizaciones automáticas por mera repetición pasada, sino que involucran un aporte del investigador en forma de presunciones o explicaciones tentativas. No se trata, por tanto, de inducción (generalizar unívocamente algo simplemente porque se repitió). Además, muchas veces se puede “saltar” a una ley a partir de un solo caso, lo cual tampoco es lo que se suele llamar inducción.
Conclusión del MHD: también para obtener leyes empíricas se suele requerir algo de conjetura o salto creativo; la inducción por mera repetición no describe adecuadamente el proceso de invención científica en ningún nivel. (Quizás el defensor más famoso de esta concepción hipotético-deductiva es el filósofo de la ciencia austríaco Karl Popper.)
Nota. Todo esto se refirió al contexto de descubrimiento: cómo se llega a proponer las hipótesis científicas. Pero también nos hemos ocupado largamente del llamado contexto de justificación o evaluación: una vez obtenida o formulada una hipótesis o ley, ésta debe ponerse a prueba (contrastarse) para saber si es aceptable o no. Vimos ya que esto se hace mediante sus COs etc.
Nota’. No nos dejemos engañar por el nombre “deductivo”. El método hipotético-deductivo es deductivo por algo que de hecho no tiene nada que ver con el problema del descubrimiento de hipótesis, que es lo que estuvimos discutiendo. Más bien, se llama “deductivo” simplemente porque, como todo el mundo, el MHD recomienda que una vez propuesta una hipótesis como solución a un problema, se la ponga a prueba mediante sus consecuencias deductivas, es decir sus C.O. o predicciones. La diferencia con los partidarios del MI no está en esto sino sólo en el modo en que se obtienen (“descubren”) las hipótesis, diferencia que estuvimos explicando más arriba. En particular, el MHD no es “deductivo” porque proponga que las hipótesis se descubren “deduciéndolas de los datos” ni nada por el estilo.
PARA RECORDAR EN LOS EXÁMENES:
¿Cómo se descubren (obtienen, formulan) las hipótesis?
Según los partidarios del MI, siempre por inducción (= generalización ) aplicada a datos de observación anteriores. Según el MHD, siempre por salto creativo o conjetura.
¿Cómo se contrastan las hipótesis?
A través de las consecuencias observacionales deducidas a partir de ellas; en esto está de acuerdo todo el mundo: tanto los inductivistas como los hipotético-deductivistas.
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